Desde Psicólogos Móstoles Constitución (ahora también en modalidad Tratamiento Psicológico Online o por videoconferencia) te explicamos un poco más sobre las diferencias entre la tristeza, el duelo y la depresión.
Como en la mayoría de los trastornos psicológicos, las patologías son una cuestión de grado, por eso conviene hacer una pequeña diferenciación entre estos 3 estados emocionales. En primer lugar “la tristeza” es una emoción más de la que los seres humanos podemos llegar a sentir de una forma natural en determinadas situaciones y circunstancias a lo largo de nuestras vidas, cuando nos decepcionamos, sufrimos algún infortunio menor, perdemos “algo o alguien” que era importante en alguna medida para nosotros, nos sentimos solos cuando no queremos estarlo, o empatizamos con otras personas que lo están pasando mal, por poner algunos ejemplos... En estos casos la emoción es puntual y pasajera y pronto suele dejar paso a otros estados emocionales más positivos y optimistas. La persona cuenta con recursos suficientes para manejar este estado por sin misma y no quedar atrapado en él.
Como en la mayoría de los trastornos psicológicos, las patologías son una cuestión de grado, por eso conviene hacer una pequeña diferenciación entre estos 3 estados emocionales. En primer lugar “la tristeza” es una emoción más de la que los seres humanos podemos llegar a sentir de una forma natural en determinadas situaciones y circunstancias a lo largo de nuestras vidas, cuando nos decepcionamos, sufrimos algún infortunio menor, perdemos “algo o alguien” que era importante en alguna medida para nosotros, nos sentimos solos cuando no queremos estarlo, o empatizamos con otras personas que lo están pasando mal, por poner algunos ejemplos... En estos casos la emoción es puntual y pasajera y pronto suele dejar paso a otros estados emocionales más positivos y optimistas. La persona cuenta con recursos suficientes para manejar este estado por sin misma y no quedar atrapado en él.
Hablamos de “duelo” cuando
la persona sufre una “pérdida” que cambia de una manera
significativa su vida (muerte de un ser querido, ruptura de una
relación de pareja estable, pérdida de un trabajo significativo, el
diagnostico de una enfermedad, emigrar a otro país, son algunos
ejemplos de ello). Como observareis, el sentimiento de “pérdida
significativa” es el factor común a esta reacción del duelo. Al
tratarse de una pérdida tan significativa y abarcativa en la vida
del sujeto, implicará tener que afrontar un proceso de readaptación
a las nuevas circunstancias, hasta que la persona logre reorganizarse
tanto externa como internamente a su nueva realidad. Este proceso
requiere de mucho más tiempo para ser superado, por eso hablamos del
“trabajo del duelo” en donde la persona tendrá que ir
atravesando diferentes etapas para poder afrontar el “dolor de la
perdida” hasta superarla. Las fases más comunes del duelo son
1).- Negación o shock emocional inicial (sensación de descreimiento
de lo sucedido) 2).- Rabia e impotencia, culpa por no poder cambiar
la situación 3).- Seguida de otra fase de “repliegue y
aislamiento”, de vuelta hacia si mismo, en donde aparece una
sintomatología muy similar a los estados depresivos, (llanto,
tristeza, anhedonia, apatia, insomnio, hipersomnio, pérdida o
aumento de apetito, ausencia de libido, problemas psicosomaticos,
aislamiento social, sentimientos de culpa, etc.. 4).- Hasta dar
finalmente paso a una última fase de recuperación, donde el
sujeto recupera el nivel de funcionamiento previo y es capaz de
seguir con su vida y adaptarse a sus nuevas circunstancias,
estableciendo nuevos lazos afectivos, encontrando otro trabajo,
aprendiendo a vivir con la enfermedad, en el nuevo país, etc... En
estos casos se puede recurrir al Psicólogo Clínico para obtener
apoyo y contención emocional durante todo el proceso y ayudar así a
la persona a canalizar apropiadamente la elaboración del duelo para
que no se “enquiste” y acabe derivando en un duelo patológico.
Hablamos de duelo patológico cuando
la persona no es capaz de sobreponerse a este estado y superar las
diferentes fases del mismo en un tiempo razonable (este tiempo
razonable variará en función de la gravedad y circunstancias de la
pérdida), y ello suele ser debido a otros motivos diferentes al de
la propia pérdida en si misma, en cuyo caso se hará necesario un
tratamiento psicológico o psicoterapia, para tratar de comprender y
analizar los verdaderos motivos que están impidiendo la elaboración
del duelo y el progreso del mismo. La mayoría de las veces suele ser
debido a otros problemas psicológicos pre-existentes a la aparición
del duelo.
Por último, hablamos de depresión
clínica, propiamente dicha, cuando aparece toda la
sintomatología característica de la depresión sin una causa
aparente o claramente definida o identificable para el sujeto, o el
“estado depresivo” es desproporcionado al hecho que lo suscitó
inicialmente y solo cumplió, por lo tanto, una función de
“desencadenante” de otros problemas psicológicos pre existentes.
Los síntomas más característicos de la depresión son: " tristeza,
llanto, apatía y desinterés por casi todas las actividades que
antes interesaban y motivaban a la persona, falta de ganas de vivir,
sentimientos de culpa inapropiados o exacerbados, pérdida o aumento
de peso, insomnio o hipersomnia, disminución de la capacidad de
pensar o concentrarse, problemas psicosomáticos, disminución o
pérdida de la libido, ideación o tentativas suicidas, entre
otros"... Además la persona se encuentra en este estado de forma
persistente y recurrente la mayor parte del tiempo y los síntomas
provocan un malestar significativo que ocasionan un claro deterioro
social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del
individuo. En estos casos hay que acudir ,sin lugar a dudas, a un
profesional especialista en la Salud Mental lo antes posible, porque
en este caso estamos ante una depresión clínica que requiere de
tratamiento psicológico y/o psiquiátrico.
Fdo: Rosa Maria Pardueles, psicólogo especialista en psicología clínica y psicoterapia, directora del centro de Psicólogos Móstoles Constitución, más de 20 años de experiencia en tratamientos y terapias psicológicas
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